"¿Siguiendo una Nube?"
Uno de los relatos bíblicos más llamativos es el que podemos encontrar en el segundo libro de la Biblia, el Éxodo. El nombre de “éxodo” se compone de dos palabras griegas que significan “camino de partida”, haciendo referencia al tema principal del libro: La salida del pueblo de Israel de Egipto. Este libro viene a rememorar el comienzo de la nación judía, a partir de la huída de Egipto en busca de la Tierra Prometida encabezada por uno de sus máximos patriarcas, Moisés. El que Moisés fue (en el siglo XVI aC) un contactado, queda claramente confirmado en pasajes bíblicos como estos:
- "Yahveh les dijo acto seguido a Moisés, a Aharon y a María: 'Acudid los tres a la entrada del oráculo'. Y los tres fueron. Entonces Yahveh descendió en la columna de nube (...)Y les dijo: 'Escuchad mis palabras: (...) Moisés es hombre de confianza de toda mi casa. Yo le hablo cara a cara, en visión y no en enigmas; él contempla la imagen de Yahveh."
- "Yahveh iba delante de ellos, de día en una nube para mostrarles el camino, y de noche en una lengua de fuego que los iluminaba, para que pudieran caminar día y noche."
-"Yahveh dijo a Moisés: 'Acudiré a reunirme contigo dentro de la nube, para que el pueblo pueda darse cuenta de cuando hablo contigo y crea aún más en tí.'
- "Márcale al pueblo un límite alrededor de la montaña y adviérteles: 'Guardáos de subir a la montaña y de tocar su base. Quien toque la montaña morirá.'Al tercer día, de madrugada, hubo encima de la montaña truenos y rayos y una nube espesa, acompañados de un fuerte resonar de trompeta."(...)"La montaña del Sinaí humeaba toda ella, porque Yahveh había bajado sobre ella con fuego."(...)
De este modo, el libro del Éxodo nos ofrece uno de los casos de contacto extraterrestre más decisivos para la marcha de la Humanidad. El contactador Yahveh, se transporta a su voluntad vía aérea, a bordo de una "nube" para desplazarse hasta Moisés. Además Yahveh advierte del peligro que supone aproximarse a su "nave" de rayos y fuego. Nuevamente quedan obvias las evidencias.
El Largo e Intencionado Viaje
Independientemente del evidente contacto extraterrestre de Moises con Yahveh, debemos centrar también nuestra investigación en la realidad del viaje, el cual podemos clasificar en seis partes:
- La primera de ellas de los capítulos 1 al 12, trata de la situación de esclavitud del pueblo judío en Egipto y de cómo la comunicación de Moisés con “dios” determina el futuro de los hebreos.
- La segunda parte abarcaría del capítulo 13 al 18, comienza su largo peregrinaje por el desierto hasta llegar al Monte Sinaí.
- La tercera parte, capítulos del 19 al 24. En el monte Sinaí, se hace entrega de las Tablas de la Ley.
- La cuarta parte del libro, capítulos del 25 al 31, es una de las más complejas e increíbles. En ella, se dan toda clase de instrucciones sobre construcción de objetos, vestimentas, rituales, leyes, costumbres y un largo etcétera de normas de convivencia para la nación judía.
- La quinta parte del libro, capítulos del 32 al 34, culminando con el incidente del Becerro de Oro, donde Yahvé sintiéndose traicionado por su pueblo rompe las Tablas de la Ley.
- La última y sexta parte, capítulos del 35 al 40, se entregan las nuevas Tablas de la Ley y queda renovada la alianza.
Imagen satélite de la peninsula de Sinaí.
Con los datos que tenemos sabemos que Moisés, siguiendo a Yahveh, condujo al pueblo israelita durante 40 años por tortuosos caminos a través del desierto, hacia la tierra de Canaán, quien tomó una ruta aparentemente absurda.
Mapa de la ruta del Éxodo
Largas y duras jornadas precedieron a la fuga de Egipto por un terreno muy poco hospitalario, sin apenas vegetación y agua, y en donde es fácil alcanzar temperaturas próximas a los 50 grados centígrados.
En la segunda parte del libro, exactamente en el capítulo 16, sucede un hecho indudablemente extraño y de enorme transcendencia para el desarrollo de todos los acontecimientos posteriores. La supervivencia física de todos y cada uno de los integrantes de la larga marcha por un terreno árido y hostil, fue uno de sus apartados más problemáticos, incluyendo la manutención alimentaria de docenas de miles de personas en mitad del desierto, la cual fue providencialmente suministrada. Leamos por favor muy detenidamente el siguiente texto:
Éxodo 16:
- 2 (…) Allí, en el desierto, todos ellos comenzaron a murmurar contra Moisés y Aarón.
- 3 (…) Y les decían: ¡Ojalá Yahvé nos hubiera hecho morir en Egipto! Allá nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos hasta llenarnos, pues nos habéis traído al desierto para matarnos de hambre a todos.
- 4 (…) Entonces Yahvé le dijo a Moisés: Voy a hacer que les llueva comida del cielo. La gente deberá salir cada día, y recogerá solo lo necesario para ese día (...)
- 14 Después que el rocío se hubo evaporado, algo muy fino, parecido a la escarcha, quedó sobre la superficie del desierto.
- 15 (…) Como los israelitas no sabían lo que era, al verlo se decían unos a otros: "¿Y esto qué es?" Y Moisés les dijo: "Este es el pan que Yahvé os da como alimento".
- 35 (…) Los israelitas comieron maná durante cuarenta años, hasta que llegaron a tierras habitadas; es decir, lo comieron hasta que llegaron a las fronteras de la tierra de Canaán.
La aparente absurdez de la ruta seguida por el pueblo hebreo, puede tener sentido si suponemos que el guía Yahveh quisiera tardar a drede cuarenta años en recorrer la peninsula de Sinaí, con la intención de formar una nueva comunidad de individuos totalmente distintos a los que partieron de Egipto. Ya que la esperanza y condiciones de vida eran limitadas, y más aun en medios desérticos, no llegarían vivos ni los más mayores ni los de mediana edad, sino más bien los jóvenes, los nacidos o los engendrados por el camino. Además, no podemos olvidar que durante la travesía, los israelitas se alimentaron solo y exclusivamente de maná proporciondo por Yahveh, lo que nos lleva a pensar en el cambio o modificación de esta comunidad viajante, dado que la alimentación puede alterar la genética y consecuentemente, las características del individuo. De este modo no descartamos que la generación que llegara a la tierra de Canaán, Palestina, fuera muy distinta de la que partió de Egipto, lo cual sería un dato más que defendería nuestra postura. ¿Serían estas las intenciones del extraterrestre Yahveh?
La aparente absurdez de la ruta seguida por el pueblo hebreo, puede tener sentido si suponemos que el guía Yahveh quisiera tardar a drede cuarenta años en recorrer la peninsula de Sinaí, con la intención de formar una nueva comunidad de individuos totalmente distintos a los que partieron de Egipto. Ya que la esperanza y condiciones de vida eran limitadas, y más aun en medios desérticos, no llegarían vivos ni los más mayores ni los de mediana edad, sino más bien los jóvenes, los nacidos o los engendrados por el camino. Además, no podemos olvidar que durante la travesía, los israelitas se alimentaron solo y exclusivamente de maná proporciondo por Yahveh, lo que nos lleva a pensar en el cambio o modificación de esta comunidad viajante, dado que la alimentación puede alterar la genética y consecuentemente, las características del individuo. De este modo no descartamos que la generación que llegara a la tierra de Canaán, Palestina, fuera muy distinta de la que partió de Egipto, lo cual sería un dato más que defendería nuestra postura. ¿Serían estas las intenciones del extraterrestre Yahveh?